jueves, 11 de diciembre de 2014

FINALIZANDO EL CURSO

Esta entrada va a tratar de sintetizar mi experiencia en el curso de INTEF referido al alumnado con TDAH. Quiero recalcar que mi experiencia ha sido muy positiva, considero que he aprendido cosas de gran utilidad profesional no solo para el alumnado con TDAH, sino para todo el alumnado.

Me gustaría destacar tres aspectos:

  1. Me he formado una opinión respecto al tema de la medicación, el sobrediagnóstico y si el TDAH existe o es "algo" inventado.
  2. He aprendido a realizar "mapas de empatía" y "rutinas de pensamiento", aspectos que desconocía y que considero de gran utilidad.
  3. He realizado exámenes adaptados, adoptando la perspectiva de un alumno TDAH y pudiendo valorar el tipo de pruebas al que estamos sometiendo al alumnado en general.
Para finalizar, además, me siento orgullosa de haber persistido y logrado el objetivo que me planteé al matricularme, que era mejorar mi formación respecto al tema tratado.

lunes, 24 de noviembre de 2014

EXAMEN ADAPTADO

En esta entrada se ofrece la comparativa entre dos exámenes de matématicas de 1º de EP: uno,  el que la profesora de aula utiliza para todo el grupo clase y otro, adaptado para una alumna con TDAH. En los enlaces se puede descargar el examen original y el adaptado. Es necesario hacer unas consideraciones previas:
 1. Se han reducido sensiblemente el contenido de cada pregunta del exámen: nos interesa conocer si la alumna domina el mecanismo, no que lo repita cinco o seis veces en cada ejercicio.
2. Ha de administrarse en varios días, para prevenir el efecto de cansancio.
 3. Se suprime algún ejercicio al considerar que ese mecanismo ya se había comprobado en otra actividad.
 4. Se propone a la tutora que  algunos ejercicios podrían ser eliminados y comprobar que sabe realizar esas operaciones en la pizarra o en su libreta de aula.
 5. Se ha mejorado el aspecto visual del examen, delimitando los espacios para responder.


Examen matemáticas 1º EP sin adaptar



Examen matemáticas 1º EP adaptado para alumna con TDAH

viernes, 7 de noviembre de 2014

DECÁLOGO DE INDICADORES DE ÉXITO

He seleccionado diez indicadores de éxito para el alumnado con TDAH: 1. Dar al alumnado un modelo de conducta tranquila y sosegada. 2. Ofrecer claridad y consistencia de criterios educativos del equipo docente. 3. Poner límites y normas claras. 4. Utilizar una agenda escolar (para los deberes y aspectos positivos) y el email o teléfono (para aspectos negativos). 5. Generalizar el uso de autoinstrucciones al aula con todo el alumnado y en todas las materias. 6. Modelar conductas reflexivas. 7. Evitar situaciones que les descontrolan (esperas,...)en la medida de lo posible. 8. Procurar un ambiente silencioso en el aula (para que el alumnado con TDAH no se despiste con conversaciones ajenas). 9. Evitar la competición entre los niños/as. 10. Potenciar la autoestima

miércoles, 29 de octubre de 2014

TODOS SOMOS DIFERENTES

A veces un texto sencillo, un ejemplo bien explicado, un símil acertado puede ser la manera más adecuada de entender un concepto. En el texto que presentamos a continuación, recogido por Pere Pujolás en su libro Aprender Juntos Alumnos Diferentes (Octaedro) se compara la inclusión educativa con una cena en la que hay un invitado con unas características que le impiden ajustarse al menú (currículum) previsto. Este es el texto que utilizaría con alumnado de ESO: La profesora de pedagogía dijo a sus discípulos:“El maestro de una escuela se puede comparar a un prohombre muy respetado que sabía cocinar muy bien y que preparó una cena para un grupo de amigos”. Al ver la cara de sus extrañados discípulos, la profesora siguió explicando: “Un prohombre de una ciudad se encontró con un viejo conocido a quien no veía desde hacía mucho tiempo. El prohombre tenía previsto celebrar el día siguiente una cena con un grupo de amigos y amigas que también lo conocían y que tampoco sabían nada de él desde hacía muchos años, y lo invitó a cenar. El prohombre era buen cocinero y preparó una cena espléndida: entrantes variados, guisos de toda clase y un pastel con frutas confitadas. Todo regado con vinos del Priorat y cava del Penedés. El mismo día de la cena, cayó en la cuenta de que su viejo amigo –no recordaba demasiado bien el porqué- tenía que tener mucho cuidado con lo que comía y que seguramente nada de lo que había preparado con tanto cuidado le iría bien. Le telefoneó enseguida […] explicándole lo que pasaba, y le dijo que lo sentía mucho, que más valía que no fuera a la cena y que ya le avisaría cuando celebrara otra. Otro prohombre de la misma ciudad se encontró en la misma situación. También había preparado una cena espléndida para sus amigos y había invitado a un viejo conocido de todos con el que se había encontrado un par de días antes. La misma tarde de la cena, otro de los invitados le hizo caer en la cuenta de que, por si no se acordaba, el viejo amigo no podía comer de todo. El prohombre, que se había olvidado de ello, corrió a telefonear a su amigo para preguntarle si aún tenía el mismo problema y para decirle que no se preocupara, que fuera de todos modos, ya que él le prepararía un plato de verdura y pescado a la plancha. Curiosamente, un tercer prohombre de la misma ciudad, también muy respetado, se encontró con un caso idéntico. Cuando ya lo tenía prácticamente todo a punto, se acordó de que aquel a quien había invitado a última hora […] tenía que seguir una dieta muy estricta. Entonces cambió el menú deprisa y corriendo: seleccionó algunos entrantes que también podía comer su viejo amigo, guardó los guisos en el congelador para otra ocasión e improvisó un segundo plato, también espléndido, pero que todo el mundo podía comer; también retocó el pastel, y en vez de fruta confitada le puso fruta natural. Llegada la hora de la cena, todos juntos comieron de los mismos platos que el anfitrión les ofreció”. Después de esta larga explicación, la profesora preguntó a sus discípulos: “¿Cuál de estos tres comensales de última hora se debió de sentir más incluido en la cena con sus viejos amigos y conocidos?” “Sin duda, el tercero”, respondieron unánimemente los discípulos, sin vacilar un solo momento. “Efectivamente”, corroboró la profesora de pedagogía. Y siguió con la lección, diciéndoles: “Una escuela selectiva sólo quiere a aquellos discípulos que pueden comer el menú que tiene preparado de antemano: un currículum prefijado. En cambio, una escuela inclusiva es muy diferente. Ni siquiera se conforma con preparar un menú especial –un currículum adaptado- para un estudiante que tiene problemas para comer el menú general, es decir, el currículum ordinario, genera. Una escuela inclusiva es aquella que adecua el menú general para que todo el mundo pueda comerlo, para que sea un currículum común”. Y concluyó: “En una escuela inclusiva, detrás de cómo y de qué se enseña hay unos determinados valores que configuran una forma muy determinada de vivir”.

jueves, 23 de octubre de 2014

MAPA DE EMPATÍA

Mapa de Empatía En el enlace se puede visualizar un sencillo mapa de empatía. Pretendía referirlo a un alumno de 7 años con problemas de comportamiento en el aula y que es posible candidato a diagnosticarse con TDAH, aunque yo me inclino más a una alta capacidad intelectual y problemas de comportamiento

miércoles, 22 de octubre de 2014

PRESENTACION

¡Hola!

Soy una asturiana especialista en PT y AL, enamorada de mi trabajo y con afán por aprender....
Me he embarcado en una aventura formativa para conocer mejor las necesidades del alumnado con TDAH y poder intervenir con éxito ante estos casos.
Mi objetivo básico es, pues, aprender lo máximo posible para aplicarlo en el futuro.